AGRADECIMIENTO, UNA VEZ MÁS, A AFMACAN (Asociación de Agentes Forestales y Medioambientales de Canarias) POR SU GENEROSA DONACIÓN A AMINTA
De Canarias nos trajimos en su día, aprovechando el V Congreso de Agentes Forestales y Medioambientales celebrado en abril del 2019, el reconocimiento de la Gran Familia Forestal a la fundación de AMINTA, la Asociación de ayuda a los huérfanos de Agentes Forestales y Medioambientales fallecidos en Acto de Servicio, que ya comenzaba a dar sus primeros pasos.
Pero no sólo eso llevamos con nosotros de vuelta a la península, igualmente nos complacimos de la simpatía, nobleza y cortesía de los canarios, su gran compromiso por la profesión y la gran fortuna de haber pasado unos días en su compañía visitando una de sus hermosas islas.
Pero, no contentos con ofrecernos estos tan agradables presentes, nos hicieron conocer de su gran generosidad pues, de aquel congreso, a través de AFMACAN, salió también la más importante donación que se ha realizado hasta la fecha a AMINTA, la cual nos valió para iniciar nuestra andadura con paso seguro.
Pero ellos son así y siempre lo serán, ya que en abril de este año, tras la celebración de la Asamblea Ordinaria de Socios, AFMACAN volvió a donar la cantidad de 500 euros para los fines de nuestra Asociación.
No nos queda otra que, con suma satisfacción, deciros que muchas, muchas y muchas gracias, nuevamente, por vuestro próvido desprendimiento en favor de la causa de AMINTA.
Todos los que conformamos esta asociación, así como las familias y huérfanos beneficiarios de nuestras ayudas, os reiteramos una vez más, NUESTRO MÁS SINCERO
AGRADECIMIENTO.
Junta Directiva de AMINTA
Homenaje a Manuel Murillo Tena
Manuel Murillo Tena falleció el 23 de agosto de 2012. Uno de esos agentes medioambientales que generaban serenidad cuando llegaba a un incendio forestal. Al desempeñar sus funciones en El Bierzo, quienes trabajan en extinción pueden estar de todo menos tranquilos.
Aquel jueves fatídico tenía guardia de incendios. Pero no fue el fuego que tan bien entendía y sabía apagar, Manuel iba a su trabajo en la base de la brigada helitransportada de Cueto (León), su labor la desempeñaba formando parte de este equipo. Pero también en era excepcional en su forma de incorporarse al trabajo, lo hacía en bicicleta, sumando casi 100 kms entre ida y vuelta a la base del Cueto.
Cuando pasemos por la carretera N-120 veremos un pequeño viaducto que da acceso a Toral de los Vados, cerca de su punto kilométrico 429. Allí, el 23 de agosto de 2012 Manuel Murillo Tena pedaleaba como siempre cuando una furgoneta que realizaba un adelantamiento en sentido contrario le embistió, saliendo despedido sin posibilidades de sobrevivir. Los servicios sanitarios que llegaron ya no pudieron hacer nada por él, tan solo certificar su muerte, la muerte de un hombre bueno, con 43 años, casado y con dos hijas.
Gran profesional, con gran empatía entre otras cualidades, le hacía afrontar problemas que tenían sus paisanos, haciéndolo como agente medioambiental y como vecino. Fue presidente de la Asociación de Montañismo de Puente Domingo Flórez y miembro de la Mesa del Castaño. Este árbol es algo más que un icono para quienes recorran El Bierzo, ha sido el alimento que ha salvado a muchas generaciones de esta comarca, sigue siendo un referente en su gastronomía, tiene el aprovechamiento maderero que da trabajos entre sus gentes, y tiene tanto valor cultural y económico como riesgos de diferentes tipos. Manuel se implicó hasta la médula con esta visión del castaño.
Una persona muy humana que se involucraba en todo lo que le trasmitiera esa humanidad. Así le correspondieron los habitantes de Puente de Domingo Flórez, donde vivía, la junta vecinal cambió el nombre a una de sus calles y ahora podemos andar por el Paseo de Manuel Murillo Tena, donde encontraremos un pequeño monumento que le recuerda. El presidente de la junta vecinal, el pueblo “nunca podrá agradecer suficientemente su labor desinteresada, no solo como profesional, sino como ser humano, siempre implicado y afanado por educar y transmitir valores, especialmente con los niños, en defensa de la naturaleza, el medio ambiente y el respeto por los animales”.
Los bomberos forestales de la brigada helitransportada de Cueto, también rinden su propio homenaje a Manuel, instalaron un monolito en la base de la brigada que guarda su memoria.
Los agentes medioambientales que tuvieron la suerte de ser sus compañeros, tanto en la comarca con en algún incendio forestal en otros lugares, son testigos de su mirada tan profunda, carácter pacífico, de su capacidad para resolver problemas gracias a su empatía, amabilidad y elevado conocimiento del territorio en todas sus dimensiones. Los agentes medioambientales leoneses, grandes profesionales en la lucha contra los incendios forestales, tienen su propia cita para nuestro compañero, “jefe de extinción privilegiado, yo cada vez que oía que estaba al frente del incendio Manuel Murillo, iba al incendio con una sonrisa, daba gusto trabajar con él, la tranquilidad que otorgaba, la capacidad que tenía para gestionar medios, y de qué manera, era tremenda”.
Manuel, con la serenidad que viviste te recordamos.
By: Aminta
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Manuel Lago Martínez “Chiquito”, Guarda Forestal del ICONA, fue muerto a tiros en Muniellos, en Cangas del Narcea, por unos furtivos, en agosto 1.980. Los que le conocían hablan de él de que era un gran profesional, y que no le tenía miedo a nada.
Manuel Lago se encontraba el sábado con un compañero en el parque de Muniellos, donde oyeron algunos disparos. Ambos guardas se dispusieron a buscar al supuesto cazador. Horas después regresó uno de ellos, pero el otro, Manuel Lago, no apareció hasta que su cuerpo sin vida fue encontrado, a las siete de la madrugada del domingo. Según el forense, el disparo fue hecho a quince metros de distancia. Junto al cadáver, que registraba heridas en la cabeza y el pecho, se encontraban algunas vísceras del corzo.
Según el juicio por su asesinato, que se celebró dos años después, en la madrugada del día 16 de agosto de 1.980, M.A.P. acompañado de B.A.P, M.P.R., J.G.M. y un sobrino suyo de 15 años, J.A.G.M., subieron al Alto del Connio, desde donde, formando una partida, se introdujeron en Muniellos, entonces Coto Nacional y vedado para la caza. B.A.P. volvió en su Land-Rover quedando con el resto de la cuadrilla en que volvería a buscarles por la tarde.
Iniciaron la cacería al rececho utilizando un perro para levantar las piezas. Hacia las nueve de la mañana M.P. abatió un corzo que, una vez desprovisto de las vísceras, escondieron entre unas rocas, lugar en el que lo hicieron también ellos ante el temor de que el disparo hubiese sido escuchado.
Cuando hacia las siete de la tarde iniciaban el regreso hacia el lugar donde había escondido el corzo llevando otra pieza cobrada, se encontraron con el guarda “Chiquito” que les daba el alto. En ese momento el tío, que marchaba delante, gritó al sobrino para que corriese advirtiéndole de la presencia del guarda e iniciando ambos la carrera ladera abajo. Según se contó en el juicio, en ese momento Chiquito realizó dos disparos de advertencia con su carabina, momento en el que los que huían se volvieron y realizaron dos disparos de escopeta contra el guarda. Uno por el menor y otro desde otro lugar, a la derecha de Chiquito, que le produjo la muerte. Parece ser que el del menor, aunque fue casi simultáneo, impactó cuando ya el guarda caía.
Los otros dos cazadores alcanzaron la carretera donde ya les esperaba M.A.P con el vehículo en el que introdujeron el corzo marchándose sin esperar a tío y sobrino, que permanecieron toda la noche ocultos en el monte. También se señaló en el juicio que no se probó con la necesaria certeza que uno de los disparos lo efectuase J.G., el tío. Y es aquí donde aparecieron múltiples interpretaciones sobre lo sucedido en el monte y de cómo pudo haberse orquestado el relato de los hechos para que todo hiciese creer que había sido el menor de edad, el que había efectuado los disparos ya que, argumentaban los vecinos de la zona, sabían que, siendo menor, no iría a prisión, y la sentencia sería mucho más benévola. Todos los implicados guardaron silencio sobre lo sucedido hasta que fueron detenidos entre los días 21 y 22 de agosto.
J.G.M., el tío, fue absuelto de los delitos de homicidio y atentado, y M.A.P del de homicidio en concepto de encubridor y del omisión del deber de socorro, delito éste del que también fueron absueltos los otros dos. Se les condenó por delitos contra la Ley de Caza y omisión del deber de denuncia.
J.A.G.M., al ser menor, fue juzgado de nuevo por otro tribunal; pasó varios meses en un reformatorio y, siendo ya mayor de edad, fue denunciado varias veces por delitos relacionados con la caza e incendios, incluso en el año 2.000 quiso inculpar a alguno de sus entonces compañeros de furtivismo en el asesinato de “Chiquito”. El caso no fue reabierto.
Tenía 53 años. Dejó viuda, dos hijos y un gran legado: ambos ejercen a día de hoy la profesión de su padre, Agentes del Medio Natural del Principado de Asturias.
Descansa en paz, compañero.
By: Aminta
12 de agosto alicante aparicio ernesto Homenaje incendio forestal torremanzanas video
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El 12 de agosto del 2012 en el incendio forestal de Torremanzanas (Alicante), fallecieron el Agente Medioambiental Ernesto Aparicio Esteve, y el bombero forestal Emilio Albargues Bataller, a ambos les concedieron a título póstumo la Medalla al Mérito de Protección Civil..
Nuestro compañero Ernesto tenía 50 años, estaba casado y tenían dos hijos. Nacido en La Enguera (Valencia), pasó sus 24 años de Agente Medioambiental en Alicante.
Los compañeros que tuvieron la suerte de compartir contigo tus jornadas de trabajo contamos lo mucho que amabas tu profesión como medio de defender la naturaleza, tu integridad como persona y tu corazón bondadoso. Tu familia nos cuenta la emoción que sienten al recordar tu pasión por el medio ambiente. Los que no tuvimos la suerte de conocerte, sabemos que somos afortunados de tenerte entre los nuestros, porque siempre lo serás.
Hoy, 4 de agosto, se cumplen seis años del fallecimiento del compañero Francisco José Santana Álvarez, “Fran”, Agente de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma.
Seis años del trágico día en el que dio la vida durante las tareas de extinción del incendio forestal que arrasó más de 4000 hectáreas de la isla de La Palma, la Isla Bonita, en la que llevaba más de 17 años luchando por la protección de su biodiversidad y de su patrimonio natural.
El siguiente vídeo es un homenaje póstumo que hemos propuesto realizar a compañeros con los que trabajó durante el tiempo que ejerció su profesión en las islas de Gran Canaria y La Palma.
No olvidemos nunca a quienes han perdido su vida defendiendo aquello en lo que creían… Honrar su recuerdo nos hará mejores profesionales y, sobre todo, mejores personas.
Te añoramos Fran, un fuerte abrazo allí donde estés.
Era una tarde de agosto, el tres de ese mes, allá por el 2002, tórrida y plomiza, como lo eran, y lo son en ese tiempo, en Extremadura. Juan Manuel hacía servicio por esos montes tan fragosos que constituyen la Siberia extremeña, concretamente en la Reserva Regional de Caza del Cíjara, donde tenía su plaza, en Helechosa de los Montes (Badajoz).
Le acompañaba ese día Alfredo, Agente de Medio Ambiente como él. Su compañero habitual de patrulla, Pedro, ese día no pudo hacerlo.
Cuando se aproximaban las seis de la tarde, una abeja voló nerviosa sobre Juan Manuel, y él casi no le dio importancia, quince años de servicio en esos montes tan abruptos y hermosos que constituyen el noroeste de la provincia de Badajoz, le habían acostumbrado al vuelo cercano de la fabricadora de miel.
Pero esta vez la antófila se posó en su cuello y le clavó el aguijón.
Mareos, dificultad al respirar, desvanecimiento… Alfredo lo tuvo claro, su compañero estaba padeciendo un shock anafiláctico… Desconocía que Juan Manuel fuera alérgico a las abejas. El botiquín, como nos lo entregaban por aquellas fechas, sin ningún remedio para aquella situación tan dramática.
Aceleradamente con el coche oficial le llevó por aquellos sinuosos caminos forestales de la Reserva intentando salir cuanto antes a la carretera para llegar lo más pronto posible al Centro de Salud de Helechosa. Nunca había puesto tan al límite a su todoterreno. Juan Manuel se había desmayado, y parecía que ya no respiraba.
Llegó al Centro de Salud ya cadáver.
Nacido en el mismo Helechosa de los Montes, era soltero, sin hijos, y tenía cuarenta años de edad cuando dejo este mundo. Persona muy querida por todos los que le conocía, buena, afable, generosa… y profesional. Le echamos de menos.
Descansa en paz, compañero.
AGRADECIMIENTO DE AMINTA A LA COLABORACIÓN DESINTERESADA EN BENEFICIO DE LA
ASOCIACIÓN.
Hay gente muy especial que, sin interés propio alguno, pensando sólo en el bien de los
fines de nuestra asociación, colabora altruistamente con ella sin tampoco recibir nada a
cambio.
A estas personas, por unanimidad en la Asamblea Ordinaria de AMINTA celebrada el
pasado 22 de mayo, se decidió agradecérselo con sendas cartas, y con un abrazo virtual de
toda la Gran Familia Forestal.
Lourdes Davara, Koldo Zaballa… ¡MUCHAS GRACIAS!