By: LourdesDav
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Un 19 de junio, pero del año 2006, falleció en accidente de tráfico en Medina del Campo (Valladolid) nuestro compañero Juan Carlos Lozano Sanz, Agente Forestal de la Junta de Castilla y León y de la Consejería de Medio Ambiente con destino en Valladolid.
Tenía 48 años, no tenía hijos.
A pesar de que rápidamente la UVI móvil de Medina del Campo y el helicóptero medicalizado de Salamanca se pusieron en movimiento, a la llegada de los facultativos, sólo pudo confirmarse su fallecimiento.
Descansa en paz, compañero.
El 22 de mayo de 2018 falleció un miembro de la familia forestal, Luis Antonio Lorenzo Catalá, Agente de Protección de la Naturaleza en Teruel. La desgracia vino de la mano de un accidente de circulación que se produjo en un traslado “in itinere”. En aquel momento con destino en Alcañiz, Luislo era conocido y querido por sus compañeros aragoneses, además de los agentes forestales de otras comunidades autónomas que tuvieron la suerte de conocerle. Algunos le recordamos de un curso en la Escuela de Vadillo (Cazorla), y al referirnos a él a veces decimos “el de la gran risa”. Su vitalidad la llevó también a nuestra profesión, ayudando a impulsar tareas de investigación, como la de causas de incendios forestales, entre otros delitos ambientales, y actividades de educación ambiental. Durante varios años formó parte de la Cuadrilla helitransportada de Alcorisa, como uno de sus APN.
Durante su vida profesional promovió y realizó tareas de educación ambiental, sensibilizando a los niños en edad escolar de problemáticas ambientales, especialmente las relacionadas con los incendios forestales, como las que se realizaban en la base helitransportada de Alcorisa, a la que pertenece la fotografía que acompaña a esta breve y cariñosa reseña. Tenía 56 años en el momento del accidente.
A sus 56 años estaba casado con Teresa, con quien tuvo tres hijos, Vega, Estrella y Víctor. La familia forestal no te olvida Luislo, ni a la familia que fundaste acá.
Juan Rubén López Cueto perdió la vida el 3 de mayo de 2006. La naturaleza perdía a un gran profesional volcado en su conservación, y los Agentes del Medio Natural perdían a un gran compañero y persona. Todos perdimos a Rubén, más aún su mujer y los dos hijos que tenía, por entonces con 3 y 7 años. Hoy se cumplen 17 años de aquel día en el que se dirigía a hacer el seguimiento de la presencia de lobo, cuando el vehículo oficial que conducía cayó por un barranco en la pista “La Collada”, en la Sierra del Cuera, en el concejo de Peñamellera Baja (Asturias).
Rubén tenía 44 años, y para conocer mejor su valía como Agente del Medio Natural y como persona, sus compañeros lo expresan en este vídeo.
Compañero, quienes tuvieron la suerte de conocerte no te olvidarán nunca, quienes no tuvimos esa fortuna, ahora sabemos más de ti, y tampoco te olvidaremos.
Acompañamos en el recuerdo y en el cariño a tu familia y amigos.
Descansa en paz en la tierra que tanto quisiste y cuidaste.
By: LourdesDav
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A la joven edad de 28 años, nos dejó Pascual Garrido, Guarda de Conservación de Naturaleza (antigua denominación de los actuales Agentes para la Protección de la Naturaleza de Aragón).
Era un 2 de abril del año 1991, y Pascual atendía un águila herida en una caseta situada en un lugar apartado de la sierra de Arguis, en Huesca. Un grupo de presos de la cárcel de Huesca realizaban, en régimen abierto, trabajos de formación forestal en la zona.
¿Un asunto de tráfico de drogas en el que un individuo del exterior entregaba la droga a su hermano, que era uno de los presos allí reunidos, para introducirla en la cárcel? ¿La mala suerte de que Pascual estuviese en el sitio inadecuado en el momento más inoportuno y observase el delito? ¿La intención de los asesinos de no dejar testigos?
El caso es que nuestro compañero fue hallado allí, en aquella caseta, mutilado con una motosierra que desapareció como de la nada.
Ello, unido a la imposibilidad de culpabilizar a sus asesinos por la presunción constitucional de inocencia tras numerosas contradicciones en sus declaraciones y la inexistencia de pruebas, hizo más amargo el drama.
Un crimen al que no se hizo justicia, y que por lo tanto nunca podrá cerrar la herida abierta entre sus familiares y sus compañeros.
El centro de interpretación de la Red Natural de Arguis, donde se perpetró el crimen, fue rebautizado con el nombre de Pascual Garrido.
(Fuente: https://extraconfidencial.com/noticias/el-crimen-de-la-moto-sierra-la-justicia-no-ha-castigado-al-asesino-del-guardia-forestal-pascual-garrido-descuartizado-hace-23-anos/)
En la foto, tomada por el compañero David Gómez Samitier (también tristemente fallecido en accidente de circulación), e incluida en su libro “Pájaro de Barro”, aparece Pascual Garrido aportando comida a un muladar de Quebrantahuesos.
Ojala, amigo Pascual, se haga justicia en el cielo, ya que en la tierra tu execrable crimen, quedó impune.
Descansa en Paz, querido Pascual, compañero.
Marzo del 2012 fue trágico para el Pirineo Catalán, el día 8 de ese mes se produjeron cinco incendios con apenas una hora y media de diferencia. Uno de ellos se registró en Calvinyà, en la comarca leridana del Alt Urgell, donde desde 1987, Jaume Rey Laguía, perteneciente al Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat de Catalunya era jefe del área básica de la comarca de l’Alt Urgell (Pirineo de Lleida).
Según el diario El País, “Ese día Jaume no trabajaba, pero era el único jefe de la comarca y debía estar disponible todo el día a través del teléfono. Fuentes cercanas al compañero cuentan que, de hecho, fue el único jefe de un cuerpo implicado en la extinción que no tuvo relevo y acudió a todas y cada una de las reuniones del equipo encargado de controlar el fuego”.
Desde ese fatídico día, Jaume no fue el mismo, no dormía, se encontraba muy nervioso, sufría mucha presión en el trabajo… Su grado de profesionalidad era tan elevado, se exigía tanto, que rallaba la obsesión. Citando la misma fuente, y según declaró su hijo a la policía “Tenía mucho miedo a las sanciones que pudiera sufrir por la responsabilidad en el incendio, tenía miedo a perder su buena reputación e ir a la cárcel”.
A pesar de recibir tratamiento médico, no pudo aguantar más aquella angustia, y el día 25 de marzo su cadáver fue hallado por sus compañeros colgado de un árbol en una zona conocida como Mas d’en Coll, en la localidad de Alas i Cerc (Lleida), después de encontrarse dos cartas manuscritas en su despacho. Una iba dirigida a sus superiores, en ella manifestaba su “preocupación por el incendio de Calvinyà, el cual le había roto la vida a él y a su familia, así como que la Administración estaba buscando un cabeza de turco que responsabilizar por no haberse realizado las tareas correctamente y que este sería él”, según recoge el auto.
Según sentencia de la Sala Social del TSJC, Jaume se quitó la vida a consecuencia de la presión derivada de su trabajo: “su elevado grado de profesionalidad, responsabilidad y auto exigencia le superó emocionalmente hasta el punto de poner fin a su vida”, señaló el tribunal.
Jaume tenía 51 años, y dejó en este mundo mujer y un hijo y una hija adolescentes, y entre sus compañeros y compañeras, el recuerdo de un profesional comprometido con la protección del medio ambiente.
En su honor, el día 13 de diciembre de 2014, la Asociación Profesional de Agentes Rurales de Cataluña llevó a cabo un acto de homenaje a su persona, que contó con la presencia de su familia, autoridades y decenas de compañeros y compañeras.
Descansa en pau, company Jaume.
https://elpais.com/ccaa/2014/05/05/catalunya/1399283485_243482.html
By: LourdesDav
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Hacia el mediodía de un 19 de marzo del 2011, partió de la base de Alcorisa (Teruel) su Brigada Helitransportada con seis componentes: el piloto Albert Batlle, de 38 años; los bomberos forestales José Ramón Millán Salafranca, de 24 años, Angus Thompson Caminals, de 35, Ángel Aznar, de 32 años, Esteban Galve y Francisco Javier Benaque; y el Agente de Protección de la Naturaleza Rafael Andréu Omella, de 40 años de edad.
El helicóptero, un Bell 407, acudía a un incendio cuando perdió estabilidad y se vino abajo estrellándose hacia las 13:30 horas. Tras una investigación posterior se determinó que la causa del accidente se debió a un fallo mecánico por una pieza en mal estado del aparato.
Sólo Ángel Aznar sobrevivió.
Todos ellos dejaron familias destrozadas anímicamente por el suceso, en el caso del Agente para la Protección de la Naturaleza, Rafael Andréu Omella, dejó viuda y un hijo que no llegó a conocer y que ahora está a punto de cumplir doce años de edad, ya que nació un mes después del accidente.
Tanto el Agente como los bomberos forestales y el piloto, que fallecieron junto con él, seguirán por siempre en la memoria de todos nosotros, como los bravos y valientes defensores de nuestros montes que siempre fueron, y a quienes merecidamente AMINTA rinde tributo con su recuerdo.
Todo nuestro aliento a sus familias por la ausencia de seres tan queridos.
Descansen en paz.
By: LourdesDav
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Era un sábado, un 21 de enero del 2017, un día como otro cualquiera de servicio rutinario, en este caso de control cinegético.
Xavier y David, Agents Rurals de l’Àrea Regional de Lleida, salieron temprano de patrulla. Muchos cazadores que supervisar aquel día. Iniciaron las inspecciones en el término municipal de Aspa, comarca del Segrià. Unos puestos de zorzales en un olivar joven les llamaron la atención, y acudieron a uno de ellos donde se encontraba el cazador que acabaría con su vida, de 28 años de edad.
El cazador no había pagado el permiso del Coto de Caza, y tenía un permiso de armas vigente, el tipo D, pero no era el necesario para la escopeta del calibre 12 que llevaba. Y, ante la presencia de los Agentes, reaccionó de la forma más cruel y vil que un individuo puede reaccionar: realizó sendos disparos a la cabeza de cada uno de los agentes, a corta distancia, y a cada uno un segundo disparo cuando ya yacían en el suelo. Murieron en el acto. Eran alrededor de las 10 de la mañana.
Francesc Xavier Ribes Villas tenía 43 años, dejó viuda y un hijo de 10 años.
David Iglesias Díez tenía 39 años, dejó viuda y una hija de 7 años.
Este vídeo es un homenaje póstumo que hemos propuesto realizar a compañeros con los que trabajaron durante el tiempo que ejercieron su profesión.
Xavier, David, todos vuestros compañeros Agentes Forestales, Agentes Medioambientales, Agentes del Medio Natural, Agentes de Medio Ambiente, Agentes para la Protección de la Naturaleza, Guardas Forestales… de todo el País, no os olvidan.
Descansad en Paz, compañeros.
By: LourdesDav
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Juan Pedro de la Cruz Sagredo, agente medioambiental en la comarca salmantina de Vitigudino se encontraba de guardia este martes, 13 de diciembre. Iba solo en un coche oficial de la Junta de Castilla y León, desde Villarino de los Aires a Cabeza de Framontanos, una zona que conocía muy bien porque era responsable de la misma desde hacía muchos años. Pero este martes había un factor diferente, sin ser nuevo, sí poco habitual, que le impidió regresar a casa.
Cuando se alertó sobre su desaparición se inició la búsqueda. Un compañero que terminó antes su servicio había hablado con él, más tarde el alcalde de Villarino de los Aires. No había más certezas. Se fueron incorporando al rescate de Juan Pedro hasta 20 compañeros suyos de profesión, numerosos vecinos, bomberos de Diputación de Salamanca, Guardia Civil, Protección Civil, sumando entre todos ellos 2 helicópteros y drones.
La búsqueda se prolongó durante este miércoles 14, ya con mejores condiciones meteorológicas y de luz solar. La primera mala noticia llegó aproximadamente a las 11:00 horas cuando agentes medioambientales localizaron el vehículo que conducía, un Suzuki Jimny, semisumergido en la Rivera de Cabeza de Framontanos, aproximadamente a 1 km del casco de dicha localidad. Se empieza a sospechar de la causa que habría podido provocar su desaparición, haber sido arrastrado por la enorme fuerza de una corriente desatada por las intensas lluvias de las últimas semanas.
De nuevo, compañeros de Juan Pedro, vistiendo su mismo uniforme de agente medioambiental, localizan su cuerpo sin vida en el mismo cauce, la Rivera de Cabeza, también semisumergido. Eran las 13:50 horas, la esperanza que nunca se pierde, pero que ya era difícil de mantener, había llegado al peor desenlace. Juan Pedro tenía 55 años, estaba casado y con 2 hijas menores de edad.
Sabemos que las intensas lluvias de las últimas semanas habían hecho crecer el caudal hasta sobrepasar la altura del puente que tantas veces había cruzado. Todos pensamos que ya era de noche, o casi, cuando lo intentó, pero sin conseguir cruzarlo. La corriente era demasiado fuerte para el vehículo que llevaba, y fue arrastrado por el agua hasta que cayó dentro del cauce.
Contribuyó con su trabajo a la conservación y gestión de un territorio especial, Las Arribes, como les gusta llamar a esta comarca sus pobladores, o Los Arribes como la conocen quienes viven más lejos. Los cañones fluviales sobre roca granítica formada por los ríos de mayor caudal son alimentados por pequeños cauces que pueden llegar a formar al final de sus tramos algún tajo más pronunciado. Pero en general son corrientes tranquilas y pozas aisladas, una tierra que espera la lluvia como tantas otras, pero que cuando llueve mucho, pueden alcanzar caudal y fuerza para mover sus numerosos molinos, y más aún. A este tipo de cauces los llaman riveras, y albergan una vida y usos muy adaptados a su clima y roca. Una vida muy especial, que esta vez se ha llevado a la de Juan Pedro.
Enviamos un sentido pésame a tu familia Juan Pedro, y a ti un abrazo, compañero.
By: LourdesDav
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SOCIO DE HONOR AMINTA 2022
Don Borja Díaz Urtiaga
Borja Díaz Urtiaga, Basozaina (Agente Forestal) de BizKaia, fue quien ideó la fundación de una asociación como Aminta, de hecho, él le puso el nombre. Tozudo, incansable, perseverante, nos convenció a unos pocos para conseguir su sueño, que era también el nuestro: ayudar a los huérfanos y huérfanas de los compañeros y compañeras fallecidos en acto de servicio.
Durante un largo año, el 2018, luchó con incansable denuedo por su ideal, hasta que, por fin en el 2019, lo conseguimos entre todos, pero siempre animados por su inercia y constancia.
Si AMINTA es ahora lo que es, se lo debemos agradecer a nuestro compañero Borja.
Es por ello que, en la Asamblea Ordinaria de Socios y Socias celebrada el día 27 de mayo de este año, por unanimidad de todos los asistentes, se decidió nombrarle Socio de Honor de Aminta, y en conmemoración a este hecho, hacerle entrega de la placa que ahora muestra.
Un fuerte abrazo de parte de toda la Junta Directiva de Aminta y de todos sus socios y socias; cómo no también, de las familias beneficiarias de las ayudas de AMINTA.
¡Gracias!