By: LourdesDav
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Homenaje a Manuel Murillo Tena
Manuel Murillo Tena falleció el 23 de agosto de 2012. Uno de esos agentes medioambientales que generaban serenidad cuando llegaba a un incendio forestal. Al desempeñar sus funciones en El Bierzo, quienes trabajan en extinción pueden estar de todo menos tranquilos.
Aquel jueves fatídico tenía guardia de incendios. Pero no fue el fuego que tan bien entendía y sabía apagar, Manuel iba a su trabajo en la base de la brigada helitransportada de Cueto (León), su labor la desempeñaba formando parte de este equipo. Pero también en era excepcional en su forma de incorporarse al trabajo, lo hacía en bicicleta, sumando casi 100 kms entre ida y vuelta a la base del Cueto.
Cuando pasemos por la carretera N-120 veremos un pequeño viaducto que da acceso a Toral de los Vados, cerca de su punto kilométrico 429. Allí, el 23 de agosto de 2012 Manuel Murillo Tena pedaleaba como siempre cuando una furgoneta que realizaba un adelantamiento en sentido contrario le embistió, saliendo despedido sin posibilidades de sobrevivir. Los servicios sanitarios que llegaron ya no pudieron hacer nada por él, tan solo certificar su muerte, la muerte de un hombre bueno, con 43 años, casado y con dos hijas.
Gran profesional, con gran empatía entre otras cualidades, le hacía afrontar problemas que tenían sus paisanos, haciéndolo como agente medioambiental y como vecino. Fue presidente de la Asociación de Montañismo de Puente Domingo Flórez y miembro de la Mesa del Castaño. Este árbol es algo más que un icono para quienes recorran El Bierzo, ha sido el alimento que ha salvado a muchas generaciones de esta comarca, sigue siendo un referente en su gastronomía, tiene el aprovechamiento maderero que da trabajos entre sus gentes, y tiene tanto valor cultural y económico como riesgos de diferentes tipos. Manuel se implicó hasta la médula con esta visión del castaño.
Una persona muy humana que se involucraba en todo lo que le trasmitiera esa humanidad. Así le correspondieron los habitantes de Puente de Domingo Flórez, donde vivía, la junta vecinal cambió el nombre a una de sus calles y ahora podemos andar por el Paseo de Manuel Murillo Tena, donde encontraremos un pequeño monumento que le recuerda. El presidente de la junta vecinal, el pueblo “nunca podrá agradecer suficientemente su labor desinteresada, no solo como profesional, sino como ser humano, siempre implicado y afanado por educar y transmitir valores, especialmente con los niños, en defensa de la naturaleza, el medio ambiente y el respeto por los animales”.
Los bomberos forestales de la brigada helitransportada de Cueto, también rinden su propio homenaje a Manuel, instalaron un monolito en la base de la brigada que guarda su memoria.
Los agentes medioambientales que tuvieron la suerte de ser sus compañeros, tanto en la comarca con en algún incendio forestal en otros lugares, son testigos de su mirada tan profunda, carácter pacífico, de su capacidad para resolver problemas gracias a su empatía, amabilidad y elevado conocimiento del territorio en todas sus dimensiones. Los agentes medioambientales leoneses, grandes profesionales en la lucha contra los incendios forestales, tienen su propia cita para nuestro compañero, “jefe de extinción privilegiado, yo cada vez que oía que estaba al frente del incendio Manuel Murillo, iba al incendio con una sonrisa, daba gusto trabajar con él, la tranquilidad que otorgaba, la capacidad que tenía para gestionar medios, y de qué manera, era tremenda”.
Manuel, con la serenidad que viviste te recordamos.